🤔 La paradoja es la siguiente: cada peña de poesía me deja sin palabras.
✍️ Durante más de cinco horas se vierten palabras. Son muy variadas las unas de las otras, pero todas se escuchan con respeto, con atención. Son poemas, relatos, fragmentos. De eso está compuesta también la conversación en la que buscamos conjurar el presente.
🙋Una piba joven pasa a leer. Levanta la cabeza, mira el patio de Chavela repleto de gente y cuenta que hace mucho que escribe, pero que es la primera vez que lee algo suyo en público. Estamos cerca del final, Alexis (nuestro querido centinela) se me acerca al oído y me dice con orgullo: para esto es que también hacemos la peña.
📲 🥰 Además, es hermoso el día siguiente. Los distintos mensajes arrojan luces sobre la noche que nos precedió. Lucía, que busca constantemente las palabras para nombrar el terrorismo de Estado de la última dictadura, me manda un mensaje y valora lo democrático del espacio, que todos, todas y todes podamos leer en pie de igualdad, ser escuchados. Vaya significado.
🌈 Hablamos en las semanas previas sobre la potencia de reunirse a leer, a contarse historias. Son historias de una gran diversidad. Nada más lejos del discurso único, supuestamente revelado, con el que, casi en simultáneo, intentan disciplinar a la Argentina para convertirla en una mercancía por vender, con nosotros adentro, como un gran barco de esclavos.
🌎 La peña, la poesía, la música, escuchar entre todos lo que todos tenemos para decir, es altamente subjetivante. Nos devuelve la emoción de sentirnos, y de sentirnos parte de algo mayor, que nos trasciende, que nos expande, que amplía la limitada experiencia de individuación que en nada nos libera, sino que nos priva de lo más humano que tenemos: el compartir, y que pretende reemplazar por su opuesto, el competir.
🫂 En general no lo decimos, pero la peña está hecha fundamentalmente de oquedad, de silencio. No es el silencio de los cementerios, sino el silencio poblado de voces, de mirada, de una presencia infinita. Es el ecosistema en el que se cuece el pensamiento, el sentir, aquello que nos hace comunidad.
💪 Lejos de los miedos que, naturalmente, sobrevuelan los días previos, esta quinta edición de la peña fue un momento de reafirmación. Una manera de decir: acá estamos, somos esto, esto es parte de nuestra cultura, de nuestra historia, nuestra tradición, y este es también el punto de apoyo desde el cual reconstruiremos el mundo cuando la mentira que campea hoy por hoy se caiga nuevamente en pedazos.
📚 La poesía se encuentra relegada en los anaqueles de las librerías y bibliotecas, escasea en los planes de estudio y, mucho más, en los discursos oficiales. Pero, mal que les pese, habita como un animal dormido en el fondo del mar originario, ese caldo de cultivo en el que nació la vida, nuestra vida 🌊
🫵 La poesía y su alquimia es una manera constante de soñar, de levantar ideales y también de volver a encontrarnos con lo real, para seguir dándole la forma que deseamos. De ahí que con tanto empeño, el capital, que siempre busca sustraer lo poco que de humano le queda a la humanidad para convertirlo en ganancia, comoditie, rechace en su acelerada circulación, en su afán de esquizoproductividad, la amenazante respiración de la poesía 🔥
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🙏 PD: Muchas, pero muchas gracias a las más de 30 personas que pasaron a leer, y a las más de 100 que circularon durante toda la noche, hasta entrada la madrugada. A los músicos, que trajeron esas otras formas de la poesía tan indispensables y, como siempre, a la gran comunidad de Chavela Casa Espacio por cobijar el anhelo de un mundo más bello y justo.