De todo un poco con ese poco de algo que me queda

s05e03

A veces uno no tiene ganas y abandona. Y no hay ninguna maestra que le escriba una carta diciéndole que no es buen ejemplo abandonar, o creo que fue así la carta que recibió Messi al momento de abandonar la selección. No sé, los que no somos nadie no tenemos esa suerte, aunque sí gente muy cercana que nos quiere y nos apoya y nos dice que ya vamos a salir, que es un tiempo, que tenés fuerza y todo eso.

Pero a pesar de todo eso no podés salir y te quedás encerrado, porque quizás es una postura cómoda y válida. A mí me encantaba escribir este diario todos los miércoles, llegué a escribir más de doscientos textos, pero en un momento me harté como todo y exploté, y lo abandoné primero una vez y después otra, y ahora lo escribo, pero cuando me vienen un poquito de ganas.

Que es básicamente lo que me dice mi psicólogo: no hagas nada, hacé algo con lo algo que te quede de energía. ¿Sintieron alguna vez estar tristes por dentro? ¿No tener ganas de comer? ¿Querer que solo el tiempo pase y listo? Que sea el día de mañana, eso me viene pasando bastante seguido hasta ahora que me dio ganas de hacer algo con lo algo. Qué casualidad que justo esta semana volví al trabajo y justo esta semana me dan ganas de volver a escribir, quizás porque siempre tomé el trabajo de escribir muy seriamente, aunque no logre ningún dinero con él. Pero últimamente hasta de eso no tenía ganas hasta ahora y esperemos que siga, porque me hace bien escribir y me gusta, aunque no gane dinero y quizás no lo haga tan bien.

Me gusta escribir y listo, pasar los dedos por el teclado, ver cómo los dedos se mueven solos y van formando palabras. De nada en particular, que eso quiere decir de todo un poco.

De todo un poco con ese poco de algo que me queda.

Me enteré de la trágica muerte de la madre de un amigo que me hizo acordar la muerte de mi padre hace unos catorce años. Ojalá ese amigo esté bien. Son tiempos duros. Capaz quería escribir esto y nada más.

No hacer nada es imposible, me dijo un amigo una vez. Y tiene razón. Yo puedo estar tirado tres horas o más en la cama sin hacer absolutamente nada. Gertrude Stein diría que soy un genio; ella decía eso, que solo los genios pueden pasar el tiempo sin hacer absolutamente nada. Necesitaría romper ese récord, llevarlo a diez o doce horas.

No sentir que estoy perdiendo mi vida trabajando en un hotel por la temporada en Italia para después gastarme ese dinero en París o Londres. Soy absolutamente ermitaño, me declaro un antiviaje, no sé si existe tal condición.

Recién arreglé mi bicicleta para ir a trabajar mañana. Se le había pinchado la rueda trasera, espero no se vuelva a romper. Y ahora escucho en vinilo un cover de “Mi viejo” por Nicola Di Bari, mi nuevo cantante popular favorito.