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Empezar a ver una peli en un lugar y terminarla en otro. Y que la película te siga durante las horas que tardás en verla. Ventaja y desventaja a la vez que nos dan hoy el on demand.
Hace un par de años le preguntaron a Mariano Llinás por qué había hecho una película tan larga (La Flor, 2018) de 840 minutos. Cito de memoria porque nunca falla. Llinás responde algo así como que antes, década del 60, la gente se pasaba horas en el cine, tardes de sábado completas frente a la pantalla grande. Y que entonces, sigue la cita de Mariano en mi memoria, sí ese pasado hoy persiste en la gente que se pasa más de la mitad del día en Netflix, por qué él no podía hacer una peli de 14 hs.
El tema son los cortes. Tiene que haber intervalos, separadores de colores, como esos que usábamos en la secundaria para dividir las doce o trece materias. No importa que sea extensa la novela, se hace más fluida si tiene capítulos cortos.
Las series que uno marotonea, tiene otra categoría muy fundamental, tiene que ser entretenida. Acá mezclo todo igual. Peliculas y series, que no son lo mismo, pero la cita de Llinás me disparó esa pregunta que sigue en mi cabeza ensayando una respuesta, una mía, que todavía no sé si respondo, sino es a través de sentencias. Esto es un diario contradictorio que avanza así que puedo pensar en voz alta.
Uno hace cardio mental con el pochoclo netflixteano no con el cine más sufisticado que necesita un poco más de atención. En este sentido no quedé del todo satisfecho con la respuesta de Llinás que cito más arriba.
De hecho no terminé de ver La flor. La iba a ver al foro Saer, me cruzaba el charco, me llevaba frutos secos en un tupper, la dieron gratis, en 3 días distintos, me acuerdo patente, los miércoles a las 21 hs. Había intervalos con comida y hasta con un dj, locura total, another times que vamos a extrañar mucho.
La película que empecé a ver en un lugar y terminé de verla en otro es, Los delincuentes de Rodrigo Moreno (2023) está en Mubi pero muchos la habrán visto en el Ficer (Festival Internacional de Cine de Entre Ríos) ¿Otro evento que vamos a extrañar mucho? Ojalá que no.
Entonces la película va conmigo en el bolsillo. Mientras haya wifi, dale. Porque derrochar gigas en esta época no da. La peli la tengo en el celu. Esta en una nube colgada en internet, gracias a la energía del litio y del agua, es que los servidores la sostienen en el aire.
La peli es insoportablemente lenta (esto lo dije en voz alta mientras iban 30 min del film). Requiere demasiada atención. Es buena de buena calidad. No es pochoclera. Parafraseando al Indio y su Caja Negra reciente, se podría decir que es cine de combate, no de entretenimiento.
Lo mejor que hizo Moreno es hacer una película no tan larga, partida en dos y con una segunda parte más rápida que la primera. Ni mejor ni peor, solamente más velocidad. Más octógonos a la nafta. Cine premium.
No era insoportablemente lenta. Solo tenía que prestarle más atención y no hacer sentencias tan extremas en tan poco tiempo. Tenía que darle tiempo al tiempo de la película. Por eso no me dio culpa cortarla y reanudarla después. Seguir viviendo en el medio.
La peli estaba en mi cabeza. Seguía ahí. Aunque chateara, aunque comiera, la historia de Los delincuentes, continuaba ahí.
Las obras artísticas se terminan es un deber del artista. Con las pelis ocurre lo mismo, por lo menos en mi caso. Y por el contrario de lo que ocurriría con el sexo o no, vaya uno a saber, lo más placentero ocurre en la carrera y no precisamente en llegar a la meta, precisamente ???.
Las películas se tienen que terminar de ver, aunque no nos gusten, no hagan lo que hice yo con La flor, de Llinás. Es algo que aprendí con el tiempo. Porque a veces nos dejamos llevar por el prejuicio pochoclero del entretenimiento y capaz que estamos viendo un combate artístico. El director es un bonapartista y su producción se trata de una batalla, que con armas políticas, debe defender para avanzar. Comiendo despacio.
Me pone muy feliz que un hecho político-artístico-argentino de este calibre haya sido seleccionado para pelear en territorio enemigo, los famosos Oscar. Esta película ya ganó, no me interesa el desenlace del 2024.
No quiero spoilear. Pero qué justicia poética la del Zela en los Oscar. El crossover del año, mamita querida. Muchas gracias Moreno por poner a la poesía argentina, ni siquiera entrerriana (para que entiendan los porteños), en ese lugar y llevarla al norte, terreno enemigo, a luchar.
Es un montón. Háganse un favor a ustedes mismos, y un lugarcito de 189 min. Denle de comer al alma a través del cine o simplemente recuerdenla para verla en algún momento.
Se llama Los delincuentes es de Rodrigo Moreno. Es Argentina y está ternada a los Oscar. Qué orgullo. No quiero seguir maquinando porque sigo escribiendo. Pero qué hermoso sería que… en estos momentos políticos que atraviesa el país y que entre otras miles de injusticias atroces que vamos a sufrir como pueblo, se nos suma la de desfinanciar la cultura del cine. Ocurriría que gan…una peli Argentina … los famosos premios Osc… . Soy cabulero encima.
De pensarlo no más se me pone la piel de gallina y soy más bostero que ponerle agua al detergente, diría Carroza.
Aguante Argentina la concha de su madre, como bien dijo el 10 también en terreno enemigo.
P/d de último momento ya publicada toda la edición: Me manda un mensaje Manu diciéndome que Los delincuentes quedó afuera de la competencia de los Oscar ???. Sepan disculpar por eso no soy periodista, por suerte soy poeta.
Hasta acá creo que estuvo bien
nos vimos el próximo miércoles.