Hay que empezar en la cima. Como en el comienzo: sin reglas y el olfato como guía en el misterio.
Si se entiende por deriva un camino que se va haciendo tanto de decisiones como de desvíos espontáneos, la trayectoria de Paul Weller responde a las libertades de un artista que obra siempre como alguien nuevo. Más que un prefabricado de ideas, lo inspira el ligero viaje del aroma que sopla el viento. El aire que rota la orientación del pensamiento.
Con la urgencia de toda ruptura histórica, se sustancia el fin de The Jam. Disolviendo el pasado, Paul Weller y Mick Talbot fundan una banda, abriendo entonces senda al futuro. El arco histórico que dibuja el fenómeno Style Council contempla, en un período de seis años, un ciclo artístico de carácter profundo que responde a la variable de cambio y experimentación.
Dicha curva puede abreviarse en tres niveles/momentos, donde cada uno, al transcurrir simultáneamente, impulsa y habilita al siguiente:
– Suceso: Escisión pasado/presente.
– Acontecimiento: Separación músico/artista.
– Proceso: Aproximación al pop como lenguaje conceptual.
La separación de The Jam, es decir, el pasaje del suceso histórico al acontecimiento, supone un cambio radical en la trayectoria de Paul Weller, quien profundiza, a una velocidad descomunal, una mentalidad modernista que nutre de elementos heterogéneos al, a veces demasiado hermético y envasado, lenguaje musical.
La génesis de Style Council desarrolla un estilo modernista que condensa una frontera cultural cuya esencia concentra alusiones al jazz moderno, la bossa-nova, la chanson romántica, la música góspel, el soul norteamericano, la literatura británica y el cine francés de mitad de los años 60.
Es en este sentido que el comienzo irradia optimismo y confianza en posibilidades infinitas. Esa sensación invisible y duradera que evoca un verano de ensueño. Entre el presente y el mañana, las primeras canciones de la banda transmiten el potencial de una obra en expansión.
Tanto la autoría de las canciones como su ejecución se reparte en el núcleo fundacional de cuatro piezas: Mick Talbot (voces y teclados)/Paul Weller (voces y teclados)/Dee C. Lee (voces) y Steve White (batería, percusiones).
El vivo, como en una pandilla, reúne a la banda detrás de una misma línea. Un lazo sólido en tanto ensamble colectivo.
Lo que distingue a The Style Council entre sus contemporáneos radica en la invención de una temporalidad propia, extranjera a la regla de época, burlando los esquemas de una industria musical uniforme y superficial. Esa singularidad habilita a la banda a crear un álbum pop de política manifiesta, como lo demuestra ‘Our Favourite Shop’ de 1985, donde se critica abiertamente las políticas de ajuste y desmantelamiento del gobierno de Margaret Thatcher. En sintonía con las contradicciones de ser una banda popular con un número 1 en los charts, The Style Council participa de todos los medios de comunicación británicos y eventos benéficos del momento expresando una toma de posición concreta en canciones de tres minutos y medio.
En el documental ‘Long Hot Summers’ (2020) Paul Weller afirma: Pensé que estábamos afuera de la cultura de los 80. Pero es muy difícil de hacerlo. Te guste o no, creo que siempre sos producto de la época.
Solo alguien que no se haya metido demasiado dentro en la época puede moverse en esa zona de frontera cultural que concibe The Style Council a lo largo de los década de los 80. Si el estereotipo es sinónimo de actual, el enfoque (approach) modernista investiga el presente y sus variables para decantar en la integración multidisciplinar referida previamente.
El principio artístico que pronuncia la banda, más allá de su época, persigue la búsqueda de una libertad para desarrollar el concepto capaz de manifestarse dentro y fuera de la música.
Jason Jules, autor de ‘Black Ivy: A Revolt In Style’ (2021), ubica dicha particularidad apuntando: Tomar diferentes trayectorias, de eso se trata The Style Council. Se trata de estilo. Paul Weller fortalece cualquier género musical con su personalidad y su gusto por la música.
Luego de ser rechazado por la compañía discográfica, el último disco de The Style Council fue publicado finalmente en 1998. Compuesto y grabado en 1989, Modernism: A new decade (Modernismo: Una década nueva), anticipa el sonido de los próximos diez años: el regreso de la música al baile, es decir, el pulso del corazón como instinto primal. Nuevamente sopla el viento que cambia la dirección del aire.