Las listas tienen sus cosas buenas y malas. Pero el fin principal de la encuesta es saber lo que leemos y lo que nos gusta, en este año tan particular para todos los argentinos. Nosotros somos de los que piensan de que la lecturas de los escritoras/ escritores/artistas y lectores es importante y beneficiosa al usuario de la web. La idea no fue una competencia, sino un mapeo de la literatura argentina y del trabajo fundamental de las editoriales este 2024. Dicho esto. La encuesta de Mal.
Kevin Jones
Sirve y embellece, de Fernanda Álvarez (La Ventana ediciones).
Vecindades, de Juan Manuel Alfaro (Ana editorial).
Con el tigre entre las cosas. Manual de aventuras domésticas de Amanda Berenguer (La Ballesta Magnífica).
Tres poemarios leudados en diferentes tiempos que cayeron como gotas lentas de almíbar este año difícil.
Gastón Moyano
Tulang Pindoy, de Daniel Durand, editorial FadelandFadel.
Poetas que conocí en un viaje, de Pablo Kachjtian, de FadelandFadel
Ampliación de la vivienda, Gastón Moyano, editorial Slimbook.
Analía Giordanino
Para hechizar un cazador – Luciano Lamberti (Alfaguara)
Soy fan incondicional del género terror. Una historia que te muerde el cerebro y te larga para que sigas pensando en esa mordida.
Canción de la derrota de Beatriz Vignoli (7 Vidas Ediciones)
Ensayos culturales para leer con felicidad y gula de aprendices (en mi caso, que nunca escribí uno).
# de Julián Bejarano (EMR)
Historia poética post todo, con la vitalidad del lenguaje.
Derian Pasaglia
Tulang Pinoy, de Daniel Durand. Editorial Fadelyfadel.
Bordeline Carlitos, de Carlos Busqued. BlattyRios.
En el Pensamiento, de César Aira. Penguin.
Mercedes Garcia
Andando la ciudad de María Celeste Mendaro (EDUNER). Es de 2023 pero se presentó en 2024.
# de Julián Bejarano (EMR)
Las orillas del mar Dulce, de Laura Alcoba (Edhasa)
Bonus Track: María Moreno sacó Por cuatro días locos: pequeño inventario de la patria pop (Sigilo) y sin haberlo leído ya te digo que es genial.
Igual para los recién llegados el libro del año es Cometierra, hasta Tenembaum tuvo que tragar saliva y ponerse a leer para opinar…
Clarisa Gotti
Este año leí dos libros uno fue editado en 2022 Vivo más feliz en la tormenta. Cartas a amigas y compañeras de Rosa Luxemburgo de la edit Rara Avis
# de Julián Bejarano (EMR)
Bueno ahora estoy con uno del Historiador Enzo Traverso que se llama Gaza ante la Historia, editado este año por Akal.
No sé si es válida mi participación.
En Breve Empiezo uno que tmb está editado este año Entre Telas de Luciana Olmedo Wehitt y es de la editorial Gata Flora .
Lucía Tejera
Lo que comen los erizos, de la genial Mara Rodriguez que nos transporta a mundos de la irrealidad cercana. Es de Ediciones La Ventana, editado en 2019 pero reimpreso en 2024.
El amor es un monstruo de Dios, de Luciana De Luca. Ediciones Tusquets.
Una liturgia común, de Joan Didion. Ediciones Random House. En proceso de lectura.
Bonus Track el libro de la poeta maravilla Rocio Lanfranco Las tareas amorosas, que eriza la piel y conmueve siempre ella y en este libro mucho más.
Flor Giusti:
Compré muy pocos libros nuevos este año y volví melancólicamente a visitar tiendas de usados, ofertas de libros de años anteriores, descatalogados etc. No obstante, aquí las cuatro novedades sobresalientes para mí:
Un poema pegado en la heladera, Martín Prieto Blatt y Ríos
La vida en serio, Juan Bignozzi Adriana Hidalgo Editora.
Click, V. V. Fisher: Ediciones Neutrinos
La Familia de las formas, Frank O Hara Mansalva
Un poema pegado en la heladera, Martín Prieto, Blat y Ríos,
Juanjo Conti
El diario como forma de vida (Bulk Editores) Alberto Giordano
Apgar cero (Municipalidad de Santa Fe) Rosario Caminos
Autorretrato, Jessy Bal, X, Editorial Sigilo,
Un editor para Saer (UNL), Alberto Díaz
Julieta Bournissent:
Sirve y embellece, Fer Álvarez, La ventana ediciones.
Una mirada atenta y sensible a los detalles de las vidas en su cotidianeidad y la claridad con la que llegan imágenes, olores, sonidos, temperaturas.
Devenir cuerpo, Julieta Mazza. editorial Carpe Literario.
Un viaje sensorial que lleva a la profundidad y también bien lejos del propio cuerpo para empatizar con otros.
Los grillos de Rafael Urretabizkaya, Ediciones Arroyo.
Divertido y reflexivo. Invita a cuestionarnos y llevar esas preguntas al intercambio para buscar respuestas o acompañarnos en la incertidumbre.
Bonus book: ¡Quién iba a decir! de Valeria Tentoni y Mariana Ruiz Johnson, editorial Portaculturas.
Una belleza de objeto. Apto para todo público, lxs que gusten de pensar y lxs que sólo buscan distraerse.
Imanol Hammurabi Rodriguez Mac Lean
Tulang Pinoy, Daniel Durand, Fadel & Fadel 2024
Poemazo de épica aventurera, mostrando a pura imaginación lo que es verso a verso recordar un paisaje y una vida otra. Vida y obra cacheteando a su mejor ritmo.
Memetica, Tomas Fadel, Fadel & Fadel 2024
Tremendo poema total. Le leí partes a mí primo Otto en voz alta y me dijo que le copaba mientras tomábamos fernet. Ese péndulo entre ritmo e idea todo es genial. (Además esa tapa roja joyante)
#, Julián Bejarano, EMR
Voz enloquecida entre un duelo amoroso y un duelo político que transforma la voz hasta hacerla esquirla. Juego formal que no se deja nunca tocar la oreja.
Nicolás Rigaudi
El sueño de los perros justos, de Eduardo Perdomo, 2024, Cordero Ediciones.
Una novela breve llena de misterio, sorpresa y abundantes diálogos filosóficos que leímos en junto con amigues en algunas noches de papitas y vino vasco viejo. Ritual muy recomendable.
Muerte a la muerte, de Liliana Rainstormer, diciembre de 2023 (creo que vale), Editorial Solcito.
La lectura de este poemario te introduce en la sensación de estar flotando en una barca en medio del río en una noche de verano. Nomás hay que tener cuidado con los peces que saltan, se meten dentro de la piragua y parlotean su aleteo desesperado.
Tiempo de plumaje blanco, de Julienne Saragosta, 2024, Fondo de las Naves Ediciones.
Una pieza de no ficción que alterna el submundo del rock en el conurbano bonaerense reducido a su mínima expresión tras la oleada de la música mainstream, y sus vínculos con el caldo de cultivo del libertarialismo lobotómico.
Santiago Candioti:
Incierto y Sinuoso Daniel Melero, Mariano Vespa, Caja Negra Editora
Ejercicio de desmemoria, relato de una ficción oral.
El olvido te coloca en lugares nuevos.
Canción de la derrota (Ensayos, 1990 – 2023) Beatriz Vignoli, 7vidas Ediciones
Usar al oído como mirada.
Recuerdo mejor la presentación del libro. El momento más alto de la noche fue escucharla a Beatriz repitiendo un mantra:
nos robaron lo que conocíamos,
nos robaron la fiesta,
nos robaron la calle.
Francisco Bitar – El taller literario – Editorial Sigilo
Mi risa en voz alta me recuerda la historia de un escritor torpe y confundido con una misión: escribir un cuento de una página.
Advertencia spoiler alerta: Se enamora y, si no recuerdo mal, lo logra.
Maxi Sanguinetti
ENO – 100 ideas (Extractos de entrevistas a Brian Eno con diferentes itinerarios de lecturas, editado por Planeta X y Mal de Archivo, Rosario)
Incierto y sinuoso. Una autobiografía. Daniel Melero, de Caja Negra.
Ambos dos para abrir en cualquier parte y momento y sentir estímulo creativo inmediato.
“m1seria“, coeditado por Jose Blattman y Proyecto Piranha. (Una recopilación de los dibus trash formato memes de este/a/x dibujante anónimo y punzante cual estilete publicados en su Insta: @m1seria)
Angelina Uzín Olleros
Manifiesto para cyborgs (Ciencia, tecnología y feminismo socialista a finales del siglo XX) de Donna Haraway. Editorial Letra Svdaca.
¿Qué es vivir? Imágenes del tiempo presente III de Alain Badiou. Editorial Amorrortu.
¿Quién le teme al género? de Judith Butler. Editorial Paidós.
Olivia Milberg
asuntos internos, Pilar Otero, Fadel&fadel)
La calígine, Daiana Henderson, Mansalva
Uwu, Matías Heer, Fadel&fadel
David Nahon
Lamento no poder participar, ninguno de los libros que leí son de este año.
Un abrazo a cada uno, aprovecho para desearles un 2025 pleno, en el que además espero poder actualizarme!
Matías Heer
Asuntos Internos de Pilar Otero (Fadel&Fadel):
En medio de la moda del peronismo chabón con todas sus liturgias automatizadas y sus manías retro, este libro irrumpe con otra voz y da otra textura a la poesía política, una especie de objetivismo dark, historicismo pop y cuir.
La Calígine de Daiana Henderson (Mansalva):
Libro fundacional y enigmático, de poemas hologramáticos y resaltaría lo “gramático” de la palabra hologramático. Diferente a todo, incluso a sí mismo, al volver al libro volvemos a leer otro libro, como si estuviese vivo, como si las fuerzas espectrales convocadas por Henderson mutarán los versos cada vez que cerrás y abrís nuevamente el libro.
Memética de Tomás Fadel (Fadel&Fadel):
No porque lo haya leído este año, aunque este año se materializó en celulosa, sino porque hace años que este libro se desplaza a sí mismo. Versos de ocasión, parábolas y una experimentación sutil sobre palabras, amistades, diario intimo y lecturas. Un libro que se lee y nos lee. Ya podemos dejar de leer las cenizas de Ashbery y leer las frambuesas de Fadel.
Sara Van Dembroucke
Las niñas del naranjel (G.C. Cámara, Random house)
Lo estoy leyendo todavía, pero voy derecho al atrapamiento. El lenguaje viaja, se antigüiza, recupera, vira para contar una historia de tierras y tiempos distintos. Muy buenísima.
Sabor Sabor (Alvaro Quaglia, EMR)
Novela corta que te hace leer como cuando tenías 15, como cuando una podía correr más rápido, o algo así. Te hace leer rápido y ni se puede parar. Santafesina y sabrosa
Sirve y embellece (Fernanda Alvarez, La Ventana ediciones)
Poesía que ilumina barrios, ilumina duelos, ilumina el enjambre y la urdimbre (y entonces sirve y embellece) Hermosa
Bonus track # (Julián Bejarano, EMR)
Otra novela velocista. Esta te hace bailar. Política y amor que se disuelven
Francisco Bitar
Señalo tres obras que me sirvieron este año para trabajar, que en ningún caso llegaron a libro pero que tienen como modelo, en dos de los tres, cierta literatura épica:
Popular tradición de esta tierra, de Mariano Llinás;
Los nuevos volúmenes de El sonido de lo que nadie quiere ver, de Lucas Martí;
Las notas críticas de Raúl Andrés Cuello en su Instagram.
Un libro que no leí pero sí me ilusiona (lo que es más importante, creo) es El hombre que vio al oso de Nora Avaro (Nube negra/Bulk).
Mariano Rinaldi
La muerte de Eva Perón y la creación de una comunidad emocional peronista, de Sandra Gayol (Fondo de cultura económica)
Al igual que “La justicia peronista” de Palacios o la propuesta antropológica de Balbi, este libro nos permite comprender no sólo el carácter informal del peronismo y su flexibilidad partidaria, sino también su singularidad identitaria marcada por la propia interpretación de lo que es y no es peronista.
Historia de Roma contada para escépticos, Juan Eslava Galan (Planeta).
Para conversar en fiestas de 3 a 7 de la mañana.
Derecho a la fiesta, de Harry Harryson (Colectivo Bruxista).
El under inglés en los últimos tiempos de Thatcher. Increíble.
Juan Vitulli
La sombra del mamut de Fabio Morábito (Edhasa)
Cosas que vienen y van de Bette Howland (Eterna Cadencia).
The Swimmer: The Wild Life of Roger Deakin de Patrick Barkham. (Hamish Hamilton Press)
Agustina Lezcano
Fue un año de no tener plata ni casa para comprar o guardar libros. Así que leí lo que pude descargar y encontrar por ahí, en internet y de a ratos en librerías. Creo que lo único editado este año en Argentina que leí fue Marina Maravilla y el Dojo Literario De Katsumoto Hagakure de Matías Moscardi (AZ) que me encantó. Después me gustó mucho El discurso vacío de Mario Levrero y Asma un libro de poesía en portugués de Adelaide Ivánova que es un delirio.
FloR Ordiz
Canción de la derrota de Beatriz Vignoli. 7vidas Ediciones
Incierto y sinuoso de Daniel Melero. Caja Negra Editora
Cuerpos sumergidos de Gerardo Pranteda. Contramar Editora
Tomás Fadel
La calígine de Daiana Henderson (Mansalva)
Crisis y Belleza de Matías Heer (Nutrias Estelares)
# de Julián Bejarano (emr)
Daniel Durand
Los perros ladran debemos estar cerca Guillermo Neo (Editorial Copo de Nieve)
Alguien me espera en casa Paula Giglio (Caleta Olivia)
Memética Tomás Fadel (Fadel and Fadel)
Uwu Matías Heer (Fadel and Fadel)
¿Qué cuenta, Basurto? Sebastián Bianchi (Goma editora)
Los poemas inéditos de Ariel Terriles
y muchos más
Belén Zavallo
Norma Jeane Baker de Troya de Anne Carson (Vaso roto ediciones)
Cómo cocinar un lobo de Magali Etchebarne (Tenemos las máquinas)
Sueño con tigres de Washington Atencio (Salta el pez ediciones)
Gonzalo Vega
Santa rosa de calchines Santiago Pontoni (Nutrias espaciales)
Memética Tomás Fadel (Fadel and fadel)
El poder de los memes Bradley Wiggis (Ampersand)
No, no pienses en un conejo blanco Patricio Pron (La marca)
De narrativa no termine ninguno pero me gustaron los tres comienzos de las nouvelles de la EMR
Manuel Podestá
Tulang Pinoy. Daniel Durand. Fadel & Fadel*
Los poemas filipinos del gran poeta, para leer y releer, para leer con otra persona y festejar la belleza de cada verso como un gol. Edición de lujo de F&F.
Bien tarde en el día. Claire Keegan. Eterna Cadencia*
Nueva historia de la enorme Claire Keegan. Una mujer y un hombre en una ciudad de Irlanda. Amor y peleas en partitura de minimalismo del siglo XXI.
#. Julián Bejarano. EMR*
Siguiendo la tradición de Gertrude Stein, esta nouvelle es un juguete hecho de lenguaje. La gloriosa repetición de ideas sobre amor, angustia, amigos y política, hasta volverlas caos y hacerlas nacer en forma de poesía.
Fernanda Alvaréz
Libros publicados este año leí solo dos. No recuerdo si algunos más, por ahora creo que no.
Lo que sí se es que me gustaron mucho, mucho.
Las sombras de Agustina Lescano. Azogue Libros.
Transitar los bordes de Raquel Minetti. Azogue Libros.
Josefina Rousseaux
Leí solo dos (que recuerde) publicados este año:
El nacimiento del deseo, Florencia Abadi – Pólvora
Un poema pegado en la heladera, Martin Prieto – blatt & ríos
Julia Enriquez
La calígine, Daiana Henderson (Mansalva)
Crisis y belleza, Matías Heer (Nutrias espaciales)
Asuntos internos, Pilar Otero (Fadel & Fadel)
Julián Bejarano
La llamada Leila Guerriero Anagrama
Es mi escritora mainstream favorita y no me decepciona nunca. Es un libro de más de 400 paginas que me lo leí en una semana. Lo compré dos veces por esas cosas que pasan en la vida y increíblemente no está en mi biblioteca, me pasa con este tipo de libros como Bajo este sol tremendo que mi ejemplar quedó en la biblioteca de alguien que ya no está en este mundo y su biblioteca fue donada encima. Habla de una parte triste de la historia de nuestro país, con testimonios macabros. Es una biopic de la vida de una montonera joven y hermosa, pero no se queda con solo eso, Leila encuentra una historia más potente dentro de una historia política fornida de nuestro país. Guerriero nació para escribir. No hay otra explicación alguna sino para que sus historias atrapan tanto, no puede ser eso un trabajo, eso es talento.
Crisis y belleza Matías Heer, Nutrias espaciales
Es un compilación de poemas del autor de distintos años, pero a pesar de eso, no pierde la polenta de esa voz poética particular, todo lo contrario a lo que comúnmente sucede, cuando uno hace pequeñas antologías de poemas escritos en distintos años, Matías vive y por eso escribe. Y escribe enérgico y lo deja todo como hay que hacer en poesía. Pero no deja de lado las técnicas contemporáneas de la combinación juguetona de la palabra, por eso elijo este libro. Además está el poema Inútil. Que lo sigo desde cemento, a ese poema viejo de 2010 creo o 2011. Que me hubiera gustado escribir a mí, a ese poema.
Memética, Tomás Fadel
Es un libro de tapa roja de hermosa edición. Tiene 266 pag, es el Gualeguay contemporáneo, tiene más versos que el famoso poema del Corleone Juanele. Donde lo abrís al azar tiene versos filosóficamente inolvidables, por ejemplo lo parto con los garfios, gracias a god está cosido, al diome y leo ¿Quién está seguro de una palabra linda?. Son de esos libros que fueron editados en un año, 2024, pero que va a ser infinita su relectura. Combina a lot of recursos técnicos de la poesía. Hay una parte toda llena de haikus, aparece hasta la letra Givenchy de Duki. Es magnifico. Tomás dictamina sus ideas punzante en versos de respiración corta. Pero después te mete prosa y destreza. No digo nada si digo que Fadel es un gran poeta argentino y la suerte que tenemos es que es re joven, así que hay poesía Argentina para rato.
Bernado Orge
Click, de Fisher. Neutrinos, Rosario, marzo de 2024
Un libro de poemas. Se me hace difícil pensar en una serie de poemas, de cualquier época y lugar, que reúna tan orgánicamente don de lengua, ritmo, experimentación, música, seriedad, ironía, inteligencia, tontería, gracia e intención. ¿Fracoise Villon? ¿Yahya Hassan? En fin… Tiendo a pensar que cualquiera que se proponga tal cosa de antemano no tiene otra que arruinarla, aunque la arruine bien. Pero no importa, esto no corre para Click, no va por ahí, porque no es un libro escrito con un objetivo o con un punto de llegada preestablecido, es un libro escrito en trance.
Un poema pegado en la heladera, de Martín Prieto, Blatt & Ríos, Buenos Aires, junio de 2024
Un libro de ensayos o, como dice su autor, “noticias” sobre poesía. Sobre poesía o sobre cualquier cosa, pero siempre a través de la poesía. O sobre los hilos invisibles —sensitivos, emocionales, intelectuales, históricos, políticos, familiares— de los que pende la poesía, si consideramos que las cosas están arriba, o al revés, sobre los hilos invisibles de los que penden las cosas, si tomamos por cielo a la poesía. La prueba definitiva de que no hay mejor forma de transitar nuestro paso por el mundo que leyendo, escuchando y comentando poemas, sean lo que sean. Y un elogio del gusto lector, de la conformación del gusto lector, que no es, como se cree, subjetivo, sino todo lo contrario: siempre que no es nada más que una opinión está objetivamente fundamentado, aunque sea en la intuición. El gusto: lo único que nos queda para mantenernos a flote en el mar de inputs en el que se hunden nuestros sentidos. Cuando abundan los especialistas que son incapaces de decir si les gusta o no un poema sin bibliografía a la vista, Prieto no solo sabe qué le gusta y qué no, sino que, justamente por esto, por desacomplejado, está dispuesto hasta a cambiar de opinión por corresponder a la deriva de su gusto.
My dear fashion, de Rita Chiabo, Pequeña Fortuna, Buenos Aires, junio de 2024
Un poema con forma de diario o un diario que deviene poema sobre trabajar en un local de ropa. Pose y espontaneidad, frivolidad y encanto. O sea, moda. Un libro maravilloso en el que brillan la capacidad de observación de Rita Chiabo y su don para anotar al vuelo perlas de habla que dan la nota de un mundo social. Un ejemplo de lo bueno que puede resultar escribir al amparo de una estética consolidada. Y un llamado de atención sobre sus límites. Ojo, la gracia de Rita Chiabo excede por lejos las taxonomías. Pero al cabo de la lectura igual se impone una pregunta, en la que también reside el interés que despierta el libro: ¿es cierto que, como aparenta, y como todo gran poeta según dijo Lezama Lima, Chiabo desconoce más de lo que conoce? ¿O será que en realidad ejecuta una forma de época cuyo principal imperativo es desconocer más que conocer?
Anaclara Pugliese
Click de V. V. Fisher (Neutrinos)
Un poema pegado en la heladera de Martín Prieto (Blatt & Ríos)
Tulang Pinoy de Daniel Durand (Fadel & Fadel)
Florencia Méttola
Deseo postcapitalista Mark Fisher (Caja Negra)
UWU Matías Heer (Fadel & Fadel)
# Julián Bejarano (EMR)
Nicolás Ricci
Literatura de base, de Martín Gambarotta (Mansalva)
Trincheta, de Juan Rocchi (Halley)
Una morada ambulante (escritos sobre poesía), de Marcelo Cohen (Entropía)
No es muy alentador quizás, pero es fortuito, que dos libros sean compilación de textos de escritores consagrados. Cohen, para colmo, póstumamente. Se compensa (también casualidad) con el primer libro de un poeta joven, que me pareció lo más singular que me crucé en el año. Después hay otros que aún no pude leer pero que me entusiasman de antemano: el de Durand, la última novela de Jurado Naon, la plaqueta de Nazareno Castro que salió hoy por Ascasubi, de la que sí leí un borrador muy bueno.
Martín Prieto
Paisajes emocionales. Escritos sobre narraciones argentinas, Analía Capdevila Eduner, Paraná, 2024
El hombre que vio al oso. Escenas biográficas, Nora Avaro Nube Negra Ediciones y Bulk editores, Rosario-Santiago de Chile, 2024.
El realismo, como un fantasma que recorre la narrativa del siglo XX, de Arlt a Saer, es el gran tema que recorre los escritos de Analía Capdevila. Los ensayos biográficos de Miguel Ángel Petrecca, María Teresa Gramuglio, Claudio Iglesias, Borges (y de la misma autora, en un singular salto autorreflexivo) el que recorre los de Nora Avaro. Dos libros principales en la exigente tradición de la crítica literaria argentina. Sintaxis compositiva, sutileza, precisión, perspectiva histórica, contorno. E ideas, un montón de nuevas ideas para leer a los nuevos, a los viejos y a los raros.
V. V. Fisher. Clik. Neutrinos, Rosario, 2024
Fisher tiene talento, gracia, un singular manejo de la lengua y de los recursos y ejerce, en el uso de rimas internas y externas como llave de la musicalidad de sus versos, una suerte de aventajadísimo discipulazgo de una maestra a la que parecía imposible seguirle los pasos: Mirta Rosenberg. Y además se impuso una misión: contarnos quién es. En un libro inspiradísimo, en ningún momento la forma cede ante la tesis ni la tesis ante la forma.
Selva Almada
Éramos monstruos, de Leonor García (Gata Flora). Leonor García escribe una primera novela buenísima, novedosa al tiempo que heredera de Silvina Ocampo y Felisberto Hernández. Alba, la protagonista, es un personaje cínico, gracioso y poético, todo a la vez y en justa dosis.
Por el camino de Newark, de Martha Ferro (Nebliplateada). Para mí y seguramente para muchos, esta autora es un descubrimiento. Devenida periodista de policiales en la última etapa de su vida, en su juventud fue una poeta influenciada por los beatniks, que se fue en los 70 a Nueva York tras los pasos de Ginsberg. Es un personaje curioso e inaugura esta colección de archivo y rescates de la editorial.
Somos luz, de Gerda Blees (Serapis). Me encanta el catálogo que viene armando Serapis de autoras extranjeras contemporáneas, cada libro que sale es una joya. Esta es una autora holandesa, traducida por Mica Van Muylem, es una novela rarísima y brillante. La trama se narra de manera coral y estas voces (colectivas) pueden ser La Noche, El Pan, o El lugar de los hechos.
Un abrazo.
Emilio Jurado Naón
Ciudad, 1951 de María Lobo Tusquets
Vengo leyendo las novelas de María Lobo desde hace algunos años, y en Ciudad, 1951 logra una escritura “entre” que me atrae mucho: entre épocas, entre disciplinas, una pareja de arquitectos (en un entre nos amoroso) que charlan mientras caminan entre dos puntos de un mapa. Lobo retoma la tradición de novela de ideas (también la de novela dialogada: pensar y conversar se presuponen mutuamente) y la renueva al situarse con precisión realista (cerro San Javier, Tucumán, año 1951, construcción -nunca terminada- de la ciudad universitaria más grande de América) en un pasado histórico que discute con problemas estéticos y políticos de nuestro presente.
Tulang Pinoy de Daniel Durand Fadel&Fadel
Libro muy esperado, por razones de exotismo biográfico del autor (vivir tres años en Filipinas); pero más allá de esa contingencia o, más bien, a partir de ella (y sin dejarse tentar, justamente, por el exotismo), Durand escribió un libro que supera su dialéctica personal entre el poema corto y el de largo aliento (como si fuera un Segovia de la madurez) con una plasticidad nueva para lo oral, la imagen y el fraseo. A veces, en otros libros, pareciera que Durand cancherea un jogo bonito del poema; en el caso de Tulang Pinoy, versatilidad y destreza técnica se ven obligadas a dar cuenta de materiales provistos por inesperadas circunstancias y encontrar un equilibrio forzoso, productivo.
Trincheta de Juan Rocchi Halley Ediciones
Poema programático y renovador. La primera publicación de Juan Rocchi tiene el doble mérito de toda intervención estética que se precie: dar cuenta de una tradición y plantear los medios para continuarla (con los ajustes necesarios al presente). Trincheta plantea una estética de la mirada que mucho tiene que ver con generaciones anteriores, pero con el plusvalor que se le pide a todo poeta joven: desarrollar, a la par, una idea de la juventud. Trabajo, política, comunicación, clases sociales, joda. La precisión modernista del verso, abierto a una experimentación “rapera” de las rimas internas, evoluciona en una trama con personajes que buscan la unidad aunque duela.
Santiago Venturini
Faltas. Cartas a todas las personas de mi pueblo que no me violaron. Una memoria trans, de Cecilia Gentilli. Traducción de Alejo Ponce de León (Caja Negra).
Desde el futuro, en otro país y hasta en otra lengua, Gentilli vuelve a su infancia y adolescencia en un pueblo santafesino para saldar deudas con lxs que hicieron de ese período un infierno y para hablarle, también, a lxs que la ayudaron a resistir. “Todo ese dolor me hizo fuerte, por supuesto, pero ¿quién quiere ser fuerte? Yo quería ser feliz”.
Tulang Pinoy, de Daniel Durand (Fadel & Fadel).
¿Qué puede hacer un poeta en una isla paradisíaca de Filipinas durante cuatro años? Conocer el amor, formar una familia, tratar de que no se corte internet, pajearse, sentarse a mirar el mar, ver, al mismo tiempo, el paraíso y el reverso del paraíso, y escribir todo eso en un cuaderno.
Un poema pegado en la heladera, de Martín Prieto (Blatt & Ríos).
Ni columnas, ni ensayos, menos aún reseñas: “noticias” escritas por alguien que hizo de la poesía (la lectura de poesía, la crítica de poesía, las clases sobre poesía) una forma de vida. Por eso este libro termina siendo una especie de autobiografía dispersa hecha de anécdotas y de poemas.
Felipe Houarcade
Un poema pegado en la heladera, de Martín Prieto (Blatt & Ríos).
Quizás con el viento, de Matías Vázquez (Patronus Ediciones).
Tulang Pinoy, de Daniel Durand (Fadel&Fadel).
Daniela Godoy
Las horas felices. Último reino XII, de Pascal Quignard, Ed. el cuenco de plata.
Un libro de esos con los que nos encontramos cada tanto y te confirma que la lectura (y la escritura) está atravesada por el deseo.
La circunstancia, de Jorge Consiglio. Ed. Eterna cadencia.
No he leído todo ni tanto de Consiglio, pero cuando me encuentro con su escritura es siempre placer.
El tan deseado rostro, de Tuky Carboni. Ed. Oyé Ndén.
Esta reimpresión me permitió leer a una escritora entrerriana subestimada sin argumentos por mí. Muchas escrituras en un solo libro.
Pilar Otero
La calígine, Daiana Henderson (Mansalva)
Lesbianas y vih de Marta Dillon y Monica Santino
Memética de Tomás Fadel (Fadel and Fadel)
Luciano Mete
El taller literario, de Francisco Bitar (Sigilo): tiene humor, juega, es profundo. Lo leí como una película.
Incierto y sinuoso, de Daniel Melero y Mariano Vespa (Caja Negra): amo las biografías, a DM y las bandas que produjo.
Borderline Carlito, de Carlos Busqued (Blatt & Ríos): se lo pedí a Papá Noel y quiero guardarle un lugar acá al mejor de todos.
Mara Rodríguez
Para hechizar un cazador, Luciano Lamberti, Alfaguara
El ojo de Goliat, Diego Muzzio, Entropia premio Filba 2024
Conejo Maldito, Bora Chung, Alpha Decay
Paula Galansky
Un poema pegado en la heladera, Martín Prieto, Blat y Ríos,
Autorretrato, Jessy Bal, X, Editorial Sigilo,
Cómo convertirse en nadie, Betina González, Gop y Magop.
También me gustó mucho una novela que es de 2023, pero en Argentina se editó este año, Solo un poco aquí, de María Ospina Pizano, Random House.