Fadel & Fadel vuelve

Después de un período de experimentación editorial con Slimbook, que puede situarse en la línea del tiempo 2019-2022, el editor y poeta Tomás Fadel retomó el trabajo de edición de libros con Fadel & Fadel (F&F). Entre el 2014 y 2018, bajo ese sello se editaron unos 30 títulos, en su mayoría de poesía argentina, además de traducciones de ensayos. Todos y cada uno de los ejemplares realizados íntegramente en el hermoso taller que Tomás tiene en su casa de Chacarita, con viejas impresoras de tipos móviles, cosedoras antiguas y stamping. 

Ahora, los lectores van a poder encontrarse con los nuevos títulos de F&F, esta vez en una versión de imprenta. Las primeras tres publicaciones disponibles serán: Poetas y Pintores, ensayos de poetas sobre pintores; el nuevo libro de poemas de Oscar Fariña, Baby Gravy, y Poetas que conocí en un viaje, de Pablo Katchadjian, un libro que presenta un viaje en la selección y traducción de siete poetas estadounidenses contemporáneos poco conocidos en Argentina.

—Decidiste volver a editar con el sello F&F después de algunos años en los que estuviste trabajando en otras ideas editoriales.

F&F es un sello al que siempre vuelvo y que ha tenido muchas etapas, desde los libros más preciosistas del principio y la idea de que tengan lomo (como el prototipo.1, que fue el primer libro de F&F), pasando por la incursión en impresión a color, hasta llegar al stamping, y ahora a la edición vía imprenta. A lo largo de su historia se publicó material “relacionado a la poesía”, pero muy diverso: ensayos, poemas, traducciones, fotolibros, historietas, poesía visual, experimental, computacional, etcétera. La edición artesanal me enseña día a día precisiones sobre el diseño y la producción de libros.

—Esta vez tu idea es trabajar con imprentas industriales después de tantos años fabricando los libros con tus máquinas del taller. ¿Cuál fue la razón?  

—Lo que me llevó a pasar a un grado de imprenta fueron dos motivos: la necesidad de hacer más libros, porque todos los que puedo producir en el taller se venden más rápido de lo que soy capaz de reimprimir, y el deseo de que estén en más librerías y en más provincias. También la curiosidad de vivir un poco más de cerca una forma de producción cultural de la que hasta ahora había decidido mantenerme un poco al margen. Veremos si se pueden hacer algo de una manera diferente.

—¿Cómo va a ser la distribución de los libros? 

—La distribución la va a hacer Blatt & Ríos, por lo que no tengo dudas que será genial. Y voy a seguir estando en ferias. Además, el taller no cierra sus puertas. Sigo haciendo algunos slimbooks y de hecho al liberarme un poco de la carga de tener que imprimir a las corridas muchos libros, no tengo dudas de que el taller encontrará su nueva versión. 

—¿Cómo ves hoy la movida de las editoriales de poesía? 

—Creo que en el ámbito de la poesía nacional están pasando dos cosas: por un lado, podríamos decir, un pequeño bull market, como para estar a la moda, y por otro una cierta necesidad de renovación. Capaz que es la misma expansión lo que hace que por ahí la poesía más semántica no pueda colmar las expectativas. Veo en textualidades más recientes como las de Francisca Lysionek o Pilar Otero cierta búsqueda hacia los campos de la melodía y la sintaxis. Al mismo tiempo es difícil publicar, la edición artesanal también creció, pero no necesariamente hacia el campo de la poesía, y editar por imprenta es una inversión que no todo libro puede afrontar. Por suerte somos muchos los que hacemos el intento.

Para conocer acerca del proyecto editorial: https://fadelandfadel.com/