CLICK es un libro de poemas extenso, pero que viaja a máxima velocidad. Adentro, todo el lenguaje parece animado, como gimnástico. Las A de repente cierran las piernas y se convierten en O, abren los brazos y las piernas en cruz, y se vuelve una X. En un mismo poema, la voz se nombra en femenino, en masculino, en no binarie. El género se escribe y se borra. Desde un recorrido que parte de las diversas formas de sustraer el género, todo el lenguaje se empieza a desarticular, como para corroborar su vitalidad, su plasticidad material.
Hay algo de encanto, de simpleza en este baile vocálico (de las A que se transforman en O que se transforman en E, I, para transicionar hasta la U) que evoca la poesía animada de finales de los años 90 de Ana María Uribe.

“Gimnasia 3”, Anipoema,1998.

“Primavera”,Anipoema,1999.
Uribe se formó en la tradición de la poesía concreta y en los Anipoemas o poemas animados explora el movimiento de las letras en el espacio a través del GIF, con piezas minimalistas que nos incitan más que a leer, a mirar las letras como si fueran pictogramas que bailan hasta convertirse en cosas vivas, plantas, personas, animales.
En la serie Gimnasia el movimiento nos guía hacia el aspecto visual de las tipografías: la I estira los brazos y se convierte en Y, después los deja colgando de los codos y es una T. La P puede estirar una pierna, elongándola hasta llegar a la R.

“Gimnasia”, Anipoema, 1998.
En CLICK, también las letras toman vida más allá del lenguaje, se independizan de la tiranía de significar. Por ejemplo, en el poema llamado “T”, la letra es una especie de alfombra mágica o de liana que acude al rescate cuando se la necesita:
desde un risco
donde una T
me rescata
y colgade de su línea superior
con el cuerpo recostado
en la línea vertical
no soy pájaro pero vuelo
trans portado por
una letra
inicial
Al igual que en los poemas animados de Uribe (en “Primavera”, por ejemplo, una planta es una serie de P ascendiendo verticalmente o en “Gimnasia 3”, donde las P de repente estiran una pierna hasta convertirse en R y bailan como si fueran humanas), el signo en algunos de los poemas de Fisher se convierte en un elemento más del mundo y a la vez el mundo se convierte en signo.
invisibli
me muevo
por el borde
de las sombras
escondidu
observo
asomadi
la fuerza
de les otres
pero tímidu
endebli e inseguru
no sólo nadie
me ve sino que espero
no ser visti, vistu
recién nací
prematuru
primitivi
Los poemas de Fisher están cargados de humor e ironía. La lengua es al mismo tiempo tartamuda y fluida, liviana como un colibrí libando todos los colores del arcoíris, pica en el azul y vuelve al rojo, aunque expresa desconcierto (“endebli e inseguru”), a la vez hay cierta alegría en la variación, en la inestabilidad. Las palabras se vuelven equívocas, iridiscentes, contradictorias. ¿Hasta dónde se pueden estirar los límites del lenguaje sin romperlo? ¿Hasta dónde se puede forzar el acercamiento con lo innombrable sin destruir completamente toda semántica?
CLICK juega con esos límites, partiendo de la sustracción del género. Como si Fisher quisiera deconstruir a las vocales de sus limitaciones genéricas, liberarlas de su intrínseco binarismo. En el juego de intercambios vocálicos, el español suena como latín, a veces como francés, otras parece italiano. Mientras la voz se identifica, se encuentra y se disipa, los poemas en esta búsqueda pierden el sentido por momentos, después lo encuentran y al final lo vuelven a perder en su extrañagracia musical incantatoria.
CLICK. V. V. Fisher. Rosario, Ediciones Neutrinos, 2024.