No sé muy bien para qué, pero todas las semanas nos juntamos con Francisco. Él es mi único amigo activo en la facultad, y vale decirlo, es el último. Ahí debe estar el porqué. A lo largo de estos años, los dos transitamos recorridos diferentes en la carrera, no seguimos un camino muy ordenado y, con todo lo que esto conlleva, llegamos al último tramo en condiciones parecidas. Ese es el lugar en donde nos encontramos. El 2023 ha sido así: difícil y tolerable. A todo esto le llamamos “la miseria de la historia”.
Nuestras reuniones son después de la hora de la siesta y apenas nos sentamos el motivo principal desaparece y nos agarramos de lo primero que sale. Como ocurre al final de los días, rara vez llegamos a una conclusión.
Decía que nuestras conversaciones siempre se desarman y van para otro lado, como esa vez que teníamos un parcial cerca y nos fuimos de tema hablando sobre la organización de la feria del libro en la ciudad, o como la tarde en que nos acordamos del reality show de la familia Osbourne. Para mí, y seguro Francisco me acompaña, esto es lo máximo: el pensamiento distraído.
Sin perder el hilo que desandamos, nos disponemos –por fin- a lo que nos obliga, lo que nos lleva a nuestra idea de responsabilidad. Y es este precisamente el motivo principal, como en todo ámbito de la vida, que nos reúne en tiempo y espacio, y que en cierto grado también nos condiciona. A Francisco y a mí la responsabilidad nos expulsa y nos empuja, quiero decir, más que restringir, es un impedimento que nos potencia. Es algo que en definitiva habilita las idas y venidas de nuestras charlas. Esa es un poco la lógica de esta amistad.
Lo que sea que nos junta se revela en su opuesto y se convierte en algo que todavía no atrapamos: desenlaces, nuevas ilusiones, conceptos, el futuro largo o una forma estable de destino.
1+1+1+1 nunca es igual a 4. En eso estamos de acuerdo, el aprendizaje no es la suma de cada lectura. Lo que resta es todo. Y quizás sea lo único. Más que una suma, lo que resta es lo que nos potencia. Aquello que resta es lo único que podemos saber.