M de Massa así se llama el último libro de John Cage (elijo creer)

So1E27

La dinastía de vivir la semana me lleva por numerosos caminos. Mentira. Básicamente no salí de mi casa, solo para ir a trabajar, durante el finde que pasó. Como tengo un solo franco semanal, a veces hago planes, pero muchas más veces no. Y durante la semana me llegaron a mis manos y a mi mente dos libros con los que me enganché bastante. Uno es la biografía de Sergio Tomás Massa de Diego Genoud que se llama El arribista del poder y el otro es M de John Cage. Así que medio que voy a ir mechando frases que me quedaron en la cabeza de esos dos libros que aún no terminé de leer. Una vez alguien dijo que el 60% del libro leído es un libro leído entero. Pero me considero más un salpicador de libros. Ese tipo de lector que deja abandonado uno por la mitad sin culpa, que después quizá pasados los meses, lo volvió a agarrar y lo terminó o que finalmente no.

Pero como les contaba casi no salí de casa, salvo para ir al trabajo. Así que puedo escribir de eso. O mejor de cómo se está viviendo el después de las elecciones y el inminente balotaje que tenemos en más o menos veinte días.

A ustedes también les debe pasar que trabajan con gente que no compatibiliza con sus ideas y otras que sí. Así que en el ámbito laboral, por lo menos en el mío, hubo varias charlas y discusiones. Pero me quiero detener en una compañera que milita mucho la empatía de la patria, es el otro que está detrás de la línea de caja de una empresa de comercio privada.

La Peke. Un compa de aquellas. Hija histórica de la década ganada. Con la que obviamente termiamos de lo lindo con el peronismo. Estuvo muy sacada está semana. Muy militante nivel dios. Más que nada con los clientes, casi todos quejosos. Mientras toma los productos y los escanea, la Peke intenta, desde su lugar, que al igual que los productos, cada persona pase por su propio rayo peronizador.

En general el empleado de comercio es contrera, antiperonista, nunca se me va a ir de la cabeza la imagen de la vez que Macri caminó por la Peatonal (pasó este año) y las empleadas de Beter salían enloquecidas a abrazarlo y sacarse fotos con el perverso personaje. Algo que me ayuda a entender al empleado de comercio, es esta cita de Jonh Cage, “satisfechas nuestras necesidades materiales, nuestra naturaleza cambia espiritualmente”. Pero también hay gente que no cambia o que no se olvida de donde vino y ese caso es la Peke. Es muy linda su historia de cómo conoció a su pareja y que no puedo no narrarla acá.

Sale del trabajo un día de lluvia y mientras esperaba debajo del techito de la Moderna, el único remis que para, es un chico que iba escuchando un tema del Indio -así me enamoré- lo cuenta ella y le creo. Ni Scorsese, ni Retjman, ni Godard, ni Perrone superarían esa imagen, eso fue cine y amor después.

De todas maneras con el libro de Cage tengo algunas contradicciones. En una parte dice que la sintaxis es la militarización del lenguaje, ahí un poco concuerdo y me gusta la idea. Porque particularmente escribo con los codos, me diría Manolo. No sé nada de la parte matemática del lenguaje siempre escribí como a la que te criaste. Sin medir ni media sílaba y poniendo los verbos en cualquier lado antes de los adjetivos o después, como me salga, me gusta que quede, ya fue, como hablando. Nunca sé dónde meter las comas. Ni me preguntés cuándo va un punto y coma y todo eso. Así que desde chico se podría decir que milité la desmilitarización del lenguaje en la sintaxis. Pero por bruto y animal más que por hacerme el artista. Aunque para mí es básicamente lo mismo. Ser un animal y un artista. Mientras menos pensamiento previo a la acción exista, mejor. A la emoción damelá siempre. Como se dice ahora.

Pero después Cage predica mucho y uniendo esto de la desmilitarización de la sintaxis en el lenguaje (que en realidad ni Joyce en su Finnigans Wakes lo logra) con la desobediencia civil y social y todo el tiempo cita los diarios de Thoreau. El perro toreador que se fue a vivir solo al bosque en los Estados Unidos y fundó la onda new age del siglo diecinueve, muy esa longitud ficticia de vibrar alto con energía, alejarse de la sociedad, comer hongos libremente, cultivar mucho la antipolítica, las desobediencia de las reglas. Entonces Cage se mambea de más en esa y en su poema largo DIARIO: CÓMO MEJORAR EL MUNDO (SOLO EMPEORARÁS LAS COSAS) aparecen versos muy feos que dicen cosas como “en vez de asignar fondos para entretenimiento veraniego en esfuerzos romanos por distraer a las masas, sería más eficaz prohibir las publicidades (de TV en particular), para que los pobres no se enteren de qué se están perdiendo” en otro poema tira “saquemos a dios del mundo de las ideas y de la sociedad al gobierno, la política. Conservemos sexo, humor, servicios. descartemos la propiedad privada”.

Hay que tener cuidado con el viaje de las palabras porque podés caer en textualizar poéticamente ideas aberrantes. Te resbalás y fuiste. Caíste sobre la osamenta de ideas muy de secta falopa de un 4chan en una deep web. Igual Cage escribió esto en los 70.

Banco a John Cage de todos modos, sin contradición no hay dinámica, más que nada su libertad visual del lenguaje y diseño y despelote de tipografías para componer los poemas y me gusta y me inspira a escribir. Pero no me va ese trasfondo anarquista que te aleja del mundo de todos los días. Del mundo de laburar para parar la olla todos los días. Del mundo de las massas. Más allá que a todos nos puede gustar el arte y sus placeres burgueses, que no cambie nunca nuestra sensibilidad y empatía hacia el otro, hacia la patria. No despegar los pies del suelo donde naciste, nunca, nunca, pero nunca.

Y entonces me voy para la la bio de Massa, de Sergio Tomás, para conocerlo un poco más, no sé, siempre me gustó el género biografía. Y Massa es una especie de Menem o Kirchner. Es el personaje que el suelo cultural argentino escupe de sus entrañas para salvar a la patria de la ultraderecha, fue el petróleo peronista el que supo moldear a este hombre, mitad trabajo mitad producción mitad rosca mitad negocios mitad todo, en este momento histórico. Es el señor con saco con amigos en el poder, que desde chico tiene mucha ambición.

Un pibe que da sus primeros pasos en la militancia en la UCeDé, que después milita por Alfonsín porque su madre es radical. Que se acomoda en una lista con el menemismo por llevar en su auto a un funcionario a lo último en una reunión mientras la rosca se armaba en los noventa. Que se une a Duhalde después. Que le fascina mucho Miami, que intenta hacer algo parecido y lo logra, como intendente de Tigre, una costa tipo florida, al borde del río luján con negociaciones especulativos y construcciones sobrepreciando la tierra en dólares levantando countries, cerrando los barrios y vendiendo burbujas de naturaleza (otra vez acá Thoreau) y seguridad a los ricos.

Pero bueno, lo bueno es que lo hace en Argentina. Logra hacer una especie de Miami en la Argentina. Que después es funcionario del Kirchnerismo, que se pelea con Cristina y se larga solo. Que pierde el equilibrio en la delgada línea del medio de la grieta. Que luego se da cuenta que tiene que volver al peronismo, porque sin el animal mitológico, no va a poder acceder al poder.

Que no hay fuerza con el pueblo sino está dentro de la unidad del animal emotivo que es el mito peronista. Que va con Macri a Davos apenas asumió en el 2015, que después ayuda a la unidad del Frente de Todos para voltear a Macri con ese café que se rosquea en vivo en C5N con Alberto Fernández en 2019.

Que hace unos meses se animó a agarrar el fierro caliente del ministerio de economía en pleno desastre del gobierno de Alberto. Y que finalmente a último momento logra ser bendecido por la Jefa y se acomoda como candidato único a presidente por el oficialismo en Unión por la Patria.

Yo creo que hizo méritos. Que rosqueo bastante, que tiene cancha, y que tiene la salud necesaria, después de tantas idas y vuelta, fracasos, errores y negocios, para ser el nuevo presidente de todos los argentinos. Ojalá así sea.

Todavía no terminé de leer la biografía de Massa, estoy en la parte donde aún el Papa tiene algunas diferencias con él. Porque Sergio medio lo boicoteó cuando todavía era Bergoglio y parece que Francisco aún no lo perdona. Cosas de la rosca, de la vida, cosas de los seres humanos. Cosas de la política. Pero confío en Massa, en esa mirada segura de líder que tiene. Le veo algo de Nestór, le veo algo de Carlos Saúl, lo veo líder, lo veo ambicioso, lo veo mandón, lo veo peronista con todas las contradicciones encima. Le da el cuero y está bastante curtido en el barro.

Les dejo como final una linda frase que dijo una vez “yo, con una idea prestada y dos palitos, voy para adelante” Me quedo con ese verso, con esa confianza, con esa actitud.

bueno creo que hasta acá estuvo
nos vimos el próximo miércoles.