Siempre creíste que la oscuridad era
la casa y no entendiste porqué
tanto miedo
si el silencio no es tal ahí
menos más grandes
los fantasmas
viniste de un lugar sin luz
para vos lo invisible es
blando hasta dulce
puede que la costumbre te haya dado
de beber y comer en demasía
un límite confuso entre sed y desesperación
pero llevas en tus canales
la memoria de lo que habita
en el lado de adentro
lo velado y ahí
podés conocer aquello que nadie
percibe también
naciste al final del día
y te acompañará ese cansancio satisfecho
de llegar a tiempo justo
antes que todo termine sabiendo