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Tengo más amigos no pegados en el mundo del arte que pegados. Es porque soy un desconocido como ellos.
Si estuviéramos pegados no seríamos nosotros ¿o sí?¿nunca lo sabremos? Por lo menos hasta que suceda lo contrario a lo que sucede voy a pensar así.
Si por un truco de magia alguno de mis amigos se volviera pegado sería raro porque dejaría de ser desconocido y con lo pegado no me pego, o vaya a saber uno capaz que sí. Lo que sí sé es que si fuese un pegado ayudaría a mis amigos no pegados.
Miré El rey de la comedia de Martin Scorsese y me puso hasta feliz ser un no pegado. Pero también me empezó a ocurrir algo, quizás la crisis de no pegarla pasado los cuarenta, pero a esto volveré después.La gente lee libros que entiende y que los entretiene pero eso no es atractivo para los que no la pegan nunca, que tienen como su mundo aparte.
¿Qué es lo artístico para los desconocidos y qué sería lo artístico para los conocidos? Me gusta pensar que ser un no pegado tiene más libertad pero menos aceptación. Así que la libertad sonaría un tanto ficticia. Uno es libre cuando el resto acepta su condición de libertad es decir que la condición de libertad se la dan los otros. Como nadie es feliz solo tampoco nadie es libre solo. Y acá se me ocurre que un artista sí puede serlo solo sin o con aceptación como en el caso de Ruper Pupkin .
Por eso pesa tanto lo desconocido en el mundo arte no tener el poder de aceptación de los otros aunque uno se crea artista de todas maneras. El personaje interpretado por De Niro necesitó hasta el extremo máximo para llegar al fandom de la fama. En los jóvenes esa desfachatez (lo desconocido) es más fácil porque tienen todo por delante y mucho tiempo por delante para seguir fracasando.
Pero cuando pasas los cuarenta ser un desconocido, un no pegado, es todo cuesta arriba. Caer en el ridículo es más mortal de grande que de chico. Ser un no pegado es letal sin un buen pasar económico, o un título universitario o al menos un trabajo que te de los fines de semana libres con el cual soportar esa frustración como artista muy poco conocido. Una amiga hace poco me dijo que si no la pegaste a los treinta no la pegas nunca más.
Siempre que me dicen pegarla imagino un globo con papeles pegados con engrudo que cuando se seca queda una cabeza dura, tras pinchar el globo. No sé si esa amiga tiene razón. ¿Cómo se siente estar pegado? Capaz que como un cabeza dura luego de que un globo se revienta por dentro.
En los 60’ había una rivalidad entre Néstor Sánchez y Juan José Saer y obviamente la ganó Saer, nadie lee a Sánchez o muy pocos. Es que Néstor no escribía para que lo lean, sino que parecería disfrutar de escribir para que no lo lean ni lo entiendan y eso me parece fascinante. Tener ese poder de escapatoria siendo tan genial escritor.
Más allá de pegarla o no. Lo más valorable es la voluntad tanto de ser un pegado como un cabeza dura o un no pegado como un globo desinflado. Se requiere mucha fuerza para soportar cualquiera de las dos condiciones que te haya tocado vivir. Un cabeza dura o un globo pinchado. Mi psicologa me dijo que es raro que no es raro que me guste ese no lugar incómodo en que elijo para la literatura, ya que la inconformidad sería como mi fandom. Algo así como una fantasía, y de eso se trata vivir.
Hasta el próximo miércoles.