Vamos directo al grano: lo más dramático que le pasó a nuestro jugador favorito este mes fue que, en medio de un partido importante en el cierre de la temporada regular de la MLS, se dio cuenta de que el árbitro… ¡no sabía las reglas! Y ni siquiera era una regla tan complicada. Resulta que un jugador del Orlando City le dio un pase a su arquero y el arquero la agarró con la mano, cosa que, como cualquiera que haya jugado cinco minutos al fútbol sabe, está prohibida. Después el arquero sacó largo y así llegó el primer gol de Orlando, que terminó ganando por 3 a 0. “No son excusas, pero siempre pasa algo con los árbitros”, dijo Messi. “Creo que la MLS tendría que ver un poquito más este tema”.
Más allá de que la queja sí suena un poquito a excusa, el descontento de Lionel es importante en el contexto de la renovación de su contrato con el Inter de Miami, que vence a fin de año. ¿Puede el mejor jugador de la historia seguir compitiendo en una liga en la cual los árbitros no saben las reglas? Es un poco como pedirle a Robert De Niro que protagonice la obra de fin de año del colegio de los nenes.
Por ahora no hay nada resuelto y en el club siguen negociando con su máxima figura, pero igual sería muy raro que Messi no renueve y se vaya de Estados Unidos justo antes del Mundial en ese país (imagínense la tonelada de guita que debe haber en juego). Además, dejando de lado por un segundo el detalle de que los árbitros no saben qué cobrar, la verdad es que se lo ve cómodo en Miami. El otro día fue a ver jugar a sus hijos en la Dreams Cup, un torneo de juveniles en el que, dicho sea de paso, Thiago Messi fue campeón. No debe haber muchos países en los que la Pulga pueda salir tranquilo a la calle. Le armaron todo tan a medida que no tendría sentido desarmarlo tan pronto, por más que Barcelona y Newell’s lo tienen para volver (salvo, claro, que la vuelta de Di María a Rosario Central le toque un poquito el orgullo).
Parte de esta nueva vida de futbolista veterano incluye tomarse unos mates todas las tardes con su vecino, amigo y compañero de ataque en el Inter, Luis Suárez. Siempre se llevaron bien esos dos, pero la relación hoy está en su mejor momento, al punto de que este mes también anunciaron que Messi se suma al proyecto del Deportivo LS, el club que fundó Suárez en Uruguay (a partir de ahora se llama Deportivo LSM). Recordemos que hace unos meses el dueño del Inter de Miami ya había deslizado en una entrevista que Lionel se iba a convertir en accionista del club estadounidense cuando se retirara, pero evidentemente tenía muchas ganas de ser empresario deportivo ya mismo y no pudo aguantar hasta ese momento. Messi dueño de clubes: estamos viendo un anticipo de lo que será cuando decida colgar los botines.
La sensación de que el retiro está cerca es inevitable, ¿no? Sobre todo si le prestamos atención a sus apariciones públicas de mayo, en las que se dedicó principalmente a recordar hitos de su pasado. Hubo de todo en ese sentido. En el documental que estrenó el Kun Agüero sobre su vida, por ejemplo, Messi prendió el ventilador y se refirió a la experiencia del Mundial 2018 con Sampaoli como DT. “Siempre intentamos ser positivos”, dijo. “Pero un poco lo que pasaba con el técnico es que se contradecía mucho”.
También se refirió a su eterna rivalidad con Cristiano Ronaldo, aunque en términos más amables (“Fue una batalla, entre comillas. En lo deportivo fue muy linda. Mutuamente nos alimentábamos el uno al otro porque los dos somos muy competitivos”, dijo en un video que publicó la cuenta de Twitter del Balón de Oro).
Por último, en otro video en su propia cuenta de Instagram, eligió el mejor gol de su carrera, lo cual de alguna manera anula la posibilidad de que venga uno mejor en el futuro. La elección fue como mínimo sorprendente: ni una sola persona en todo el mundo hubiera podido adivinar que iba a quedarse con… ¡un gol de cabeza! Fue en 2009, contra el Manchester United, en la final de la Champions League. No es que no haya sido un golazo: tiene ese salto impresionante que lo deja casi horizontal en el aire -algo que no sabíamos que era capaz de hacer-, llegó en un momento perfecto para casi definir un partido determinante, y encima el festejo es inolvidable, con Messi besando el botín que se le salió al caer al piso después de semejante salto. Pero no deja de ser un gol de cabeza…
Al mismo tiempo, como para que no lo demos 100% por retirado, en mayo Lionel se encargó de hacer un par de mega golazos jugando con el inter. Metió dos muy lindos el otro día contra Montreal en la goleada por 4-2, pero el mejor fue el tiro libre contra Philadelphia, un misil que le venció las manos al arquero y pegó directamente en “la red de arriba”, señal inequívoca de calidad. Ya lleva 863 tantos en sus carrera (todavía lejos de Cristiano Ronaldo, que tiene 936, en la batalla por ser el máximo goleador de la historia).
Todo eso hizo Messi en mayo, entonces. Ahora viene junio, un buen mes para esta columna ya que lo vamos a ver jugar otra vez con la Selección en los partidos de Eliminatorias ante Chile (con la chance de dejarlos afuera del próximo Mundial) y Colombia. Después, de yapa, el Mundial de clubes. Hasta dentro de un mes.