Está caliente
en el río
el rebaño
cual charco de azúcar en granos
con las manos se aprietan
produciendo una caña añeja
que ahoga los tumores
los rumores
y por las noches envenena
el haz
sola en la oscuridad
palpando el aire
buscando el alma como un don nadie
rayando los cristales y
rompiendo la luz con odio
para encontrar la paz
Música, suelta
ligera de ropas
enfila hacia la pompa
cálida planicie en la frente
te desquicia el polvo
todo el oro del ananá
chorrea encima
salpica y pegotea
con aromas en celo
el almíbar existencial
también sin dinero
disfrutan
de sus bocas
sopapas de carne
labios de sal
Suave
recorro con los dedos
el borde de la ventana
con vidrios rajados
pegados con cinta adhesiva
del otro lado estoy también
viéndome visto
estamos tan distintos
tiene el pelo corto
y parece aseado
yo lo tengo largo
como Federico Moura
maquillado por la noche
él parece gay
yo le grito
¡aquí, hey!
pero no oye
siempre estuvo aturdido
la pava hace ruido
las caras enfrentan suspendidas
una muda piel
***
Poemas del libro Ágil (2002). Recopilado por Ediciones Diatriba en el volúmen Resiste (2010).