Me pongo los auris, un cadenón y salgo de casa para el Ficer. Me toca hacer una crónica. Anoche fue una noche larga de esas que al otro día te levantás contento pero con dolor de cabeza.
Camino escuchando Mati Fisher hasta la parada de Bicivia. Va a ser una tarde de cine. Hace calor, un calor desarmador. Digo que va a ser una tarde de cine porque la tiradera de Fisher que escucho canta “Hacemos pelis Tarantino/la mesa chica como la del Padrino/si me invitan tarde entonces no voy/y después están diciendo el Mati no vino”. Pelo el celu, le apunto al QR de la Bici le saco la traba y me voy para las Tipas.
Voy en bike de la Muni por Alameda y no hay nadie. El calor es asqueroso. Siempre que no hay nadie en la ciudad pienso que toda la gente está en la playa tomando sol en el río. Pero después al toque me pongo a pensar que no hay un mango por la recesión. En fin llego a la parada de la bici que está en el shopping. Me lo cruzo a Miltón que me dice que tiene que presentar la peli de Payal Kapadia. La primera peli que vine a ver al Ficer escuchando Fisher.
All we imagine as light/ La luz que imaginamos. Es una historia de mujeres provincianas de la India que van a trabajar a Bombay. No la entendí igual pero me gusta ver imágenes de la India. Encima se me sentó al lado un pibe que estaba con otros dos, que usaba todo el tiempo el celular, y me desconcentraba. Entonces las historias de la peli se me mezclaban y no le agarraba el hilo. El ida y vuelta de los paneos y mi falta de concentración, al final no pude comprender bien la ficción. Soy medio burro para ver cine. Me pasa que a veces no entiendo y que tengo que preguntar, con quien vea una peli, a veces, como es la historia.
Recuerdo igual frases de la peli en una parte la chica dice “cree en cosas efímeras”. Las pobres gurisas en Bombay no tenían documentos oficiales. No es que no la entendí, a veces las pelis, se entienden después de mirarlas. No tenían DNI, habían nacido en la India pero no tenían DNI. Loquísimo. Entonces como que tienen que volver al pueblito porque no podían laburar en la capital super explotada de gente sin papeles. Eran enfermeras. Una historia de amor trunca se cruza con un noviazgo que se la juega a pesar de los mandatos familiares de unir personas sin sentimientos. Lo que no entiendo es, las pibas no tenían documentos pero igualmente los padres las obligaban a casarse sin consentimiento alguno.
El experimento espantoso este de Milei todavía no llegó a esto. Pienso en eso mientras miro la peli. Hay países en el mundo donde la gente nace sin documentos. Año 2024. keeee.
Me voy al Cepece medio a las corridas. Me cruzo personajes de la cultura que saludo con la manito o con el pulgar. El festival del logo del ojo en el pescado es así. Andas a las corridas de sala en sala. Es increíble que sea gratuito. Si en estos años no sale un Leonardo Favio paranaense o una Lucrecia Martel pega en el palo. Estoy seguro que el nuevo cine Entrerriano será un género dentro del séptimo arte.
Me meto a ver la peli Los ríos de Fontán. Es una película con poesía así que me interesa y obvio, a esta la entiendo, porque justamente lo que no se entiende es lo que más entiendo, poesía. Entonces veo imágenes sueltas conectadas. Un collage en distintos formatos audiovisuales. Lentes más viejos con lentes más nuevos re bien combinados. La voz de un pescador hablado por la poesía, diría Zelarayán, que rema en canoa el Paraná. Un pájaro que picotea absurdamente una ventana para entrar andá a saber por qué. Un perro que no puede subir una barranca, que después de varios intentos, logra seguir al dueño en el monte. La gente se rie con la escena y festeja cuando el perrito sube.
La peli mecha esas imágenes con luego un fondo negro con versos. El que da comienzo dice “Un hombre golpea la puerta de mi casa. Le pregunto qué necesita”
El cine nos conecta. Fontán hace actuar a la naturaleza, pienso eso. Le doy 9 juliancitos de puntaje a la salida.
Ya estoy cabeceando. La noche de anoche fue larga y la siesta no resolvió el inconveniente de la resaca. Mi película de la vida es la resaca a la siesta con calor atronador. Si alguna vez agarro una cámara quiero lograr la textura de la resaca en los planos, el estado levitante de la resaca. La voz ronca de abrir la heladera para tomar agua fría.
Compro un Red Bull en un kiosco de la esquina y vuelvo a la Usina. Me lo cruzo a Alvarenque en el point que me dice que el sábado estamos de gala. Se refiere a la presentación de Sombra Grande a las 18 hs. Ando a las corridas no me quiero perder la peli de las 22.
Tengo media hora igual. Me prendo un pucho y fumo mirando la gente en el paradero gastronómico del Ficer. Saludo de lejos a varios pero no charlo con nadie. Ando solo. Romina Paula de guillerminas habla con una amiga mientras toman algo.
Sale chonfeld emocionado de una sala y me dice no sabés lo que te perdiste “Unas imágenes de Entre Ríos de archivo viejas tipo de los sesenta, una locura”. Maxi abre la boca grande sigue conmovido por el cine. Es increíble.
Me pongo a hablar con un personaje en el point. Me habla de política. De las internas y de los presupuestos y de que quiere hacer un canal de streaming para el año que viene en radio La voz o en el Once. Que él sabe que junta 50 mil view paranaenses. Que se juntó con Almara y que le tiró un número. Habla él, lo notó motivado con su nuevo proyecto. Es un personaje de Paraná, un lumpenparanaense.
Relojeo el reloj y son las 21:57 me mando de nuevo al CPC. Lo cruzo a Monti afuera. Unos amigos más allá se encuentran y se preguntan sobre las pelis. El chico le dice a la chica que no le gustó, no puedo escuchar a qué peli se refieren, los tengo medio lejos.
Subo las escaleras y me lo encuentro a Manu. Manu emocionado es el mejor Manu que conozco. Está yendo al ñoba pero me vuelve a decir que me perdí algo increíble en súper 8 de un tal Jorge Surraco. Te dije me dice, te dije que vayas, me dice, nunca me hacés caso, me dice. Es que quería ver la de Fontán le digo. Bueno no importa, te mando un audio y lo incluís en la crónica lo de Surraco.
Audios Manu:
Manu: Ya me pongo a escribir la biografía de Jorge Surraco. Ya me pongo a escribir la biografía.
Manu: ahí nos vinimos nomás, en un didi, en oferta papá tremenda, tormenta, che, no, metéle ahí lo del Surraco este, tremendo nuestro Herzog, el Herzog entrerriano, autodidacta, increíble las películas boludo increíble, de Federación, del Palmar de Colón y sobre Juan L. al estilo Lucía Seles pero en la década del 80, increíble.
Vamos los dos a ver la peli de las 22 Algo viejo, algo nuevo, algo prestado de Hernán Roselli. Me lo cruzo en la puerta a Miltón y a Edu. Le digo que dónde puedo ver eso de Surraco, me dicen olvidate. Me pongo triste. Andá a saber cuándo veré el cine de Surraco. Edu está emocionado y me dice “esto es cine entrerriano, Jorge Surraco, no eso que ves vos de Seba De caro en Gelatina”. Me pongo triste de nuevo, cuando me cruzaré con las cintas del Surraco.
Manu sigue emocionado con Surraco. Empezamos a ver la peli de las 22. Manu me dice, “me muero parece Los sopranos, onda The wire”, cuando ve en la pantalla a unos levantadores de quiniela clandestina en los barrios del conurbano bonaerense. La historia de la peli es muy buena y los actores, que no son famosos, son excelentes.
Salimos. Llueve a full. Tormenta a full. Quería ver Plata dulce en el patio. Pero estaba re cansado de tanta emoción y cine. Me pido un Uber y me vuelvo a casa.