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No lo conocí, pero también quiero escribir del Papa. Como todos sabemos, hace dos días murió Francisco. El Papa Francisco. Digo que no lo conocí porque desde ayer, martes, que veo fotos, gente con rosarios bendecidos por él, anécdotas de todo tipo. La que busques. El tipo es el verdadero: vivió mil vidas. Y lo que más me gusta de Jorgito Bergoglio es que aunque no visto ni de cerca, se te vuelve re familiar. Solo los genios pueden lograr eso.
Ese tipo de personalidades, muy argentinas, que logran llegar y tocar la fibra más visceral del corazón de la gente. No sé si el corazón tiene fibras, es una metáfora, capaz que sí. Tampoco Jesús resucitó al tercer día, literal como se dice ahora; es una parábola. Ningún ser humano puede levantarse después de que lo crucifican con clavos en una cruz y lo apuñalan en el costado y no le sale sangre, sino agua.
La diferencia entre una metáfora y una parábola es que la metáfora es una figura retórica que hace una comparación implícita entre dos cosas diferentes, mientras que una parábola es un relato alegórico que usa una historia para enseñar una lección moral o espiritual.
Encontrar el pez dorado, diría David Lynch. No sé si hay tanta diferencia entre un artista y alguien con mucha fe, entre o no a la institución de una iglesia. La misma palabra te lo dice: institución. Lo mismo pasa en el arte que con el catolicismo. Hay gente que se forma, estudia y escribe al pie de los procedimientos impresos por una institución y hay otras personas que no creen en esos procedimientos, pero que igualmente pueden hacer su arte o predicar su fe y son felices. Bueno el Papa nos abrazo a todos y nos abrió las puertas de la iglesia y del cielo a todos.
Es fácil ser poeta y ser ateo. Y hasta quizás ser un buen poeta, o artista, resulte aún más fácil porque nos gusta mucho la comparación metafórica a secas, sin demasiada lección moral o espiritual. O eso creía hasta no hace mucho tiempo. Donde se nota mucho lo solemne, la pifiamos en el arte. El artista debe saber caminar con equilibrio, poniendo un pie para poder poner el otro en el tapial, que es su obra, su vida, para no caerse.
Además, Francisco también se dirigió a los ateos y les abrió las puertas de la iglesia cuando declaró: “Es mejor ser ateo que un católico que vive odiando”. Jorgito Mario siempre tenía una respuesta excelente. Un peronista que enorgullece a los peronistas. Un tipo vivo, con experiencia en la vida real. Cuando Fontevecchia le preguntó en una entrevista: “¿Usted se autopercibe peronista?”, Francisco, con la rapidez y el ingenio característico de quienes no solo han leído, sino que también han sabido aplicar la teoría a la práctica, respondió: “Percibo un tono diferente cuando decís la palabra ‘peronista’, como si fuera sinónimo de ser leproso”. En lugar de ofrecer una afirmación clara y vacía, el Santo Padre compartió una anécdota familiar sobre sus parientes “gorilas”. Y así, le impartió una lección sobre peronismo y catolicismo a su tocayo entrevistador.
Los peronistas tenemos una forma de hablar clara y elocuente; el Papa Francisco la tenía, al igual que Diego y Riquelme. Sí, Fontevecchia, Jorge Mario Bergoglio fue y será eternamente peronista.
Nacido un 17 de septiembre, ahora entiendo por qué me caía bien, era de sagitario. Jorge Mario Bergoglio “Francisco” fue el Papa número 267 desde que empezaron los siglos. Y el primero en nacer en América. Nunca hubo un Papa canadiense, nunca en la historia hubo un Papa norteamericano, no sé si se entiende lo que quiero decir, fue el primero en la historia en nacer en el continente americano. ¿Qué más pruebas necesitamos los argentinos para sentirnos más argentinos que nunca después del 21 de abril de 2025? Sumamos otra estrella al firmamento argentino de la historia mundial: San Martín, Rosas, Yrigoyen, Maradona, Borges, Perón, Evita, El Che, Francisco… mándales saludos a todos en el cielo, Jorgito, y deciles que acá abajo seguimos en la lucha.
Que la cuenten como quieran. Nací en el mejor país del mundo.
Hasta acá estuvo franciscano
Nos vimos el próximo miércoles.