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¿A qué le tenemos miedo? ¿A qué le tengo miedo? No hace muchos años se puso de moda el latiguillo: plata y miedo nunca tuve. Que la gente josea, paradójicamente a lo San Martín, entre la gente como ese gran otro grito de guerra, que nunca sabremos si fue o no verdad de nuestro padre de la patria “seamos libres que lo demás no importe más nada”. Latiguillos que sirven para darse fuerza, pelearla o mandarse cualquiera.
Domingo y resaca veo la película It (2017) de Andrés Muschietti basada en un libro de Stephen King. Hace un mes que me obsesioné con pelis basadas en historias de King a veces me agarra hacerme mi propio festival de cine hogareño. Entonces veo Carrie, después Misery, El Resplandor está ultima ya la había empezado a ver hace unos años pero me asustó y no la pude seguir viendo. Me dio miedo.
(No se gasten en recomendarme Cuenta conmigo porque ya la vi hace mil)
El genero que nunca veía de cine es el del miedo. A mí me daba cagazo Pesadilla en la calle Elm (1984), el Proyecto Blair Witch (1999) y Chucky el muñeco diabólico (1988). Pero de grande empecé a perder el miedo en todo sentido de mi vida. Y entonces aproveché y me tiré a bucear dicho genero. De hecho fui solo a mirar Cuando acecha la maldad (Demian Rugna) la noche antes del balotaje de 2023. Qué más me podía llegar a asustar de lo que finalmente sucedió al día siguiente con la elección presidencial en mi país.
Me gusta pensar esta idea. Perdí el miedo de grande. En la vida te van pasando cosas y te vas haciendo cada vez más fuerte. Te pasa un 2001. Se te muere tu viejo. Se te mata un amigo. Un gran amor se termina. En fin. Con los años te vas cuarteando. Entonces ahora sí puedo ver cine de terror, porque a veces la vida es más de terror. Mi sueño es ver el Exorcista.
Bueno sigo.
Perdí el miedo. Le pregunto a Gemini (IA de Google) qué es el miedo y me responde esto:
“El miedo es una emoción básica y universal que experimentamos todos los seres humanos. Es una reacción natural ante una percepción de peligro, ya sea real o imaginario, presente, futuro o incluso pasado. Esta percepción puede desencadenar una serie de respuestas físicas y psicológicas diseñadas para protegernos.”
Después IA me explica por qué tenemos miedo:
¿Por qué sentimos miedo?
- Protección: El miedo es un mecanismo de supervivencia que nos alerta de posibles amenazas y nos impulsa a tomar medidas para protegernos.
- Aprendizaje: A través de experiencias pasadas, asociamos ciertos estímulos o situaciones con peligro, lo que desencadena la respuesta de miedo.
- Evolución: El miedo es una emoción innata que ha evolucionado para garantizar nuestra supervivencia.
El miedo paraliza, otra frase hecha que la sociedad fotocopea de lo lindo, corta y pega en la divulgación callejera en cualquier situación gregaria. Pero ese freno ante lo desconocido que nos puede aparecer en una situación particular es un mecanismo de defensa, la pregunta es hasta cuándo ¿Hasta cuándo paralizados?¿Hasta cuándo el miedo?
Sin embargo en la peli de It los niños tienen que enfrentar el miedo pero no de manera individual, sino en conjunto. Si ellos no se unen el miedo imaginario al payaso los puede llegar a matar. Y acá cómo no pensar en toda la situación Argentina con nuestro enano malvado de presidente.
Acá como que quería llegar. La unión en política es bastante difícil. Debe ser propia de la teoría científica de la ciencia política que nunca voy a llegar a entender. Si ahora hay hasta una grieta entre Axel y CFK. Igual entiendo que son maniobras del House of cards de la rosca nacional. El tema es que se van de mambo con la solemnidad mientras todo el pueblo esta re mil hundido en una recesión dañina. En el arte la solemnidad o la demasiada técnica aburre y se vuelve una especie de masturbación intelectual que nunca llega al pueblo.
Entonces se hacen películas para cineastas, se escriben libros para académicos y los poetas escriben para poetas. El artista recurre a la solemnidad que le da ser experto en algo para atajarse de otra cosa que le da más miedo. Y lo combate de manera individual.
El tema con la política es que la rosca se volvió literalmente lo mismo que en el arte solemne, política para políticos que no resuelven de fondo los problemas estructurales de las personas en la sociedad. La gente queda afuera del pragmatismo, de la realpolitik.
Si el arte se vuelve académico o científico no pasa nada y de última no es dañino. En política lo científico es mucho más delgada esa línea en la que se juega y puede hacerle, de hecho le hace, muy mal a las personas. Es como dice el Indio Solari, el arte no le jode la vida a nadie, la política si.
Entonces todos los niños Stephenkingnianos que aparecen en It somos nosotros los Argentinos tratando de luchar contra el payaso. Me la pasé toda la peli pensando en esa alegoría. De todas maneras, como digo anteriormente, pedir unidad y amistad entre todos es casi utópico y bastante ingenuo si lo llevamos al terreno de la política. Pero a la vez el costo de ese jueguito estratégico al mejor estilo Tyrion Lannister es demasiado perjudicial para el pueblo. Y el pueblo se está haciendo cada vez más grande. Más allá de la famosa atomización de la sociedad de la que se habla académicamente lo que quiero decir con pueblo es que la gente está cada vez más crotera. Y lo que más preocupa son los niños y los jóvenes. Mal que mal los cuarentones medio que ya estamos entregados.
El miedo al payaso lo tienen que perder los más peques. La franja que tiene que despertar es la menos adulta posible. Ahí es donde la energía vive y la ebullición burbujea y el futuro es suyo. No en las apuestas sino en lo real. Tienen que abrir los ojos al miedo y enfrentarlo.
El miedo se pierde con los mismos pares. Uniéndose el miedo se vuelve chiquito y el payaso pierde la fuerza. Ojalá no tardemos tanto en darnos cuenta de esto. Los personajes de King en más de dos horas lo resuelven. No vi todavía el episodio 2 de It seguro el miedo vuelve con el payaso. Eso también hay que aprender nunca se le gana al sistema. El terror siempre estará al acecho esperándonos. Lo que tampoco hay que perder de vista es que nosotros siempre vamos a poder volver a unirnos para enfrentarlo. Así es la vida y a veces ni así es. Esta frase se la escuché a Milton que se la dijo alguien una vez, no vayan a pensar que es mía. Yo soy un ladrón y no me da miedo decirlo.
Creo que hasta acá estuvo bien
nos vimos el próximo miércoles.