Más matemática que literatura. Más razón que corazón.

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El sábado fue el cierre de listas. Para la sorpresa de muchos hubo un cambio repentino a último momento. Sale Wado de Pedro-Manzur y entra Massa-Rossi para embanderar la lista de Unión por la Patria. 

Lo que se sabía y algunas recomendaban hacer era priorizar la idea de un candidato único de consenso que nuclee fuerzas ante el avance de la ultraderecha. El crecimiento de votos, que las encuestas dicen que tiene Javier Milei como candidato único a presidente, sumado a una Patricia Bullrich con más renombre que intención de votos. Era mejor presentar un candidato de consenso y no diluir los votos peronistas en estas PASO. Ya que las primarias en la Argentina pintan como una definitiva y mueven mucho la rama en general. Es mejor un buen caudal de votos peronistas hacia un solo candidato. Demostrar seguridad ante todo. Más matemática que literatura. Más razón que corazón.

Como bien dijo Cristina ayer en el acto que tuvo como eje la recuperación del avión que se utilizó para los vuelos de la muerte en la última dictadura, no solo hay que tener comprensión de texto, refiriéndose a que aunque gran parte del pueblo peronista la pedía a ella de candidata, no podía por la proscripción;  sino además comprensión de contexto ante esta designación de Sergio Massa al frente de la lista. Cristina citó una hermosa frase de Gramsci para explicar lo sucedido, habrá que construir “con el pesimismo de la razón y el optimismo de la voluntad”.

Como dando a entender que para afrontar este mundo se necesita un candidato más pragmático que pueda amoldarse ante los distintos ambientes de los tiempos que corren, no sólo en nuestro país con una deuda a pagar impresionante, sino también en el contexto internacional de un mundo que sigue en guerra y cambiando alocadamente con innovaciones tecnológicas y cambios de vida en las personas y sus trabajos y economías, que modifican la forma de pensar y actuar. 

Se tendrán que encontrar nuevas recetas para que llegue la comida a la mesa en donde tienen que sentarse todos los argentinos. 

Massa deberá demostrar mientras ejerce. Frenar la inflación y mantener a la Argentina en tranquilidad económica para generar apoyo en la gente si quiere ganar. No le queda mucho tiempo.

Ahora bien, la militancia deberá recuperarse rápido de este cambio de planes. En política, por sobre todas las cosas, a veces hay que comerse sapos y madurar rapidamente. No encapricharse con nadie. La política es más consenso que nombre. Más ponerse de acuerdo y tirar para adelante. Apoyar a pesar de todo. 

No le fue fácil a Alberto Fernández ni para Sergio Massa lo será en caso de un triunfo. Está de todas maneras el miedo a que sea lo que Alberto, o peor. Habrá que fundir ese miedo, y con él trabajar un escudo, con el cual avanzar con valentía hacia el combate electoral. Golpeados ya estamos, ojalá no nos caigamos otra vez. 

Hasta el próximo Miércoles.