Quién dijo no tendrías otra oportunidad
si igual saliste
fue en un extracto condensado de segundos
áridos, agrios, densos
apareciste
nadie te esperaba
no era un buen momento
ni las condiciones justas
no había alegría menos
ese sentimiento diáfano e inaugural
que envuelve a los nacidos recién
vos sentiste frío
qué va, te helaste
y si bien ni un hada hubo
para pronunciarlo
contarías con una oportunidad
todos la tienen
no faltaste a la verdad
tampoco al vaticinio de tu siglo
saliste solo, de la soledad primera
caíste por peso propio
y en los brazos de nadie
sentiste el primer contacto
esto, aunque todavía no puedas verlo,
será tu espada del augurio
abrirás las espesuras, las malezas, las mentiras
con su filo
claro que tendrás
una o dos posibilidades
tampoco el destino las derrocha
no será fácil
nunca lo fue