,

Para los nacidos por cesárea

De a poco fuiste ocupando la casa

un monoambiente flotante y oscuro

dormías, nadabas y te alimentabas

placenteramente

sentías melodías percibías

ritmos repetirse, arrastrarse, pausarse

había uno que nunca paraba

ese te hacía dormir, despertar, mantenerte

ocupado

hubo días más oscuros que otros

más silenciosos e inmóviles

cada tanto las paredes se apretaban

o te sacudías sin dimensiones

ibas conociendo

fue en uno de esos, algo pasó

seguiste tridimensionandote, pero

inquietado

una madrugada, sin pausa con prisa,

se contrajo el espacio

el tiempo tictactictactictactictactictac

el sonido que te acompañaba redobló

con el tuyo

para nada agradable era

la sensación

viste una cosa extraña entrar en tu atmósfera

un tajo la llenó con una sustancia

brillosa

después supiste, era luz

y te abdujeron

no sabrás, ni vos ni quien te llevó

adentro

si fue tu alma que se dio cuenta que

no podías salir sin hacerte daño

o hacerlo

o si, el apuro del mundo

(este al que finalmente llegabas)

hizo que fuera así

lo del filo, el miedo y el resplandor

de golpe

pero ibas a salir, eso también

lo sabías

y todos contentos, contentos

naciste de algo que abrieron a la fuerza

sabes de no saber, del azote de la luz,

la abducción

y de estar contento, contento