Que la plaza te acompañe

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Las plazas de Paraná también rosquean al ritmo de la política. Cambian y se modernizan, si ahora se puede calentar el agua para los mates enchufando un cable en la entrada de USB del celu. Estoy exagerando.

La gente se encuentra en un lugar público. Están los que se hacen ver. Y están los que sufren la rutina de dar vueltas en círculos transpirando sudor sobre el asfalto. Otros también pasean perros a la noche mientras esperan levantar algo más que las necesidades de los animales. 

Las plazas que el intendente Adán inaugura a un ritmo frenético de la creación celestial del universo, parecería hacer bien la tarea que Dios le encomendó, como primer hombre entrerriano, multiplicar el trabajo a través de la obra pública para llenar la provincia de fructíferos espacios verdes y poder gobernarla. 

Es bueno rediseñar la ciudad. Lavarle la cara a una Paraná que hace poco cumplió doscientos diez. Que este nuevo rostro urbano-paranense venga con innovaciones para ocupar de manera pública y gratuita. Ir a mirar árboles en ves de bichijear vidrieras con maniquíes vestidos con ropa carísima que deprimen y frustran. En las plazas está el paso del tiempo de la historias que nunca van a cambiar. Es un lugar para dejar pasar el tiempo. Verse ahí alargadamente atravesado por un vitamínico rayo de sol una tarde cualquiera. 

El último recoveco que les queda a los enamorados para encimarse en abrazos tiernos y chocar la musculatura de los labios con pasión y deseo. Para distenderse de la galleta rutinaria de las actividades diarias que impulsan el trabajo idiota en el que estamos inmersos. 

Que siempre exista una plaza para andar, aunque uno camine solo, pensando en nada, aunque sea una tarea imposible, por lo menos uno piensa en levantar el izquierdo para apoyar el derecho y así seguir adelante. 

Una manzana enorme y verde para comerse y tener donde cargar oxígeno y flotar y orbitar alrededor de la fotosíntesis de las horas. Meterse adentro de los tubos imaginados del espíritu, esa napa del tiempo, donde nos perdernos para encontrarnos y quedarnos un rato acompañados.

Hasta el próximo miércoles